domingo, 16 de febrero de 2014

Muy personal (I)



Coplillas a una herida abierta



                                                                 

¡Tormenta traicionera!,
entras en mi casa sin llamar,
te cuelas
y descargas tu furia sin piedad.

Ruges poderosa una vez más,
me impones tu juego
un pulso contra el recuerdo,
doloroso y frío como tu viento.

Inquietas mi alma,
despiertas mi pesar.

Lluvia que al caer se confunde con mi llanto
desgarrado por el desencanto.

Tenue luz que peleas con las sombras
por entrar,
por lucir tu claridad
y vencer a mi penar.

2 comentarios:

  1. Un final cargado de esperanza.Vencerá la luz.

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    1. Muchas garcias por leer mis poemas y compartirlos conmigo, seas quien seas gracias

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