domingo, 22 de septiembre de 2013

El deseo




                  “Estuve flotando en él, fuimos uno en horas fugaces”.






                                                           


El deseo ...
 
durante el día
es canción apenas perceptible,
tono desentonado al ritmo frenético de las horas,
pero al llegar la noche
es sonido nítido y pausado.


Melodía en el silencio ronco,
pentagrama de líneas curvas
la negra, la blanca, la corchea, la semicorchea ...
notas rodando sobre su piel
suspirando por vibrar al son de una caricia.


Música al compás de un dos por cuatro,
afinador de manos anhelantes,
cadencia deshaciendo el lenguaje entre sus labios,
compositor de fantasías  en blanco y negro,
partitura inacabada fugaz como un sueño de primavera.

El deseo ...
durante la noche                                                                                                     
es perfume envolvente e intenso
pero al llegar el día
es fragancia apenas perceptible,
esencia reposando al paso frenético de las horas.