A
mi pintor … que lo quiero en su totalidad. Gracias por tu obra, tus dibujos ,
tus pinturas, tus muebles decorados, tus esculturas… por poner a mi alcance tu universo
creativo.
Un impulso creativo
lanza el vuelo sin previo aviso,
el genio que cohabita en su mismo
techo,
intruso indiscreto
bienvenido a veces, otras molesto,
despierta de su sueño.
La inspiración
ha salido al encuentro del pintor
y con su mano
nos regala una ilusión.
Lienzos con olor a tierra húmeda,
pinceladas salpicadas de musgo y
grava.
Capas sedimentadas al calor
de una llama imaginada.
Textura que al rozarla
erosiona el alma.
Trazos canalizando la savia
desbordada;
cavernas, manchas negras que devoran.
Penumbras y sombras,
fisuras de color verde, rojo, ocre,
blanco ...
destellos de sentimientos al
descubierto.
Paleta del pintor mezclando ensueños,
lenguaje del lienzo desvelando
secretos.
Figuras humanas,
materia viva que respira
que crece y se despega.
Siluetas que trascienden del lienzo,
atletas empujados por el viento.
Dioses solitarios del espacio sideral
misteriosos y mágicos;
cuerpos celestes trazando órbitas,
etéreos, inalcanzables ...
Armonía en las formas,
seres sobrenaturales
alargados y bellos,
fibrosos y energéticos.
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