Somos
tres, siempre me han gustado los números impares, mi familia. Seres independientes,
cuanto más nos alejamos, más nos acercamos, más nos queremos. Me considero una
mujer afortunada, al final, he conseguido construir, un hogar dónde poder estar
muy agustico. Dónde reposar, tener nuestro sitio, el de siempre, para volver cuando la vida nos
lleva a la deriva.
Los días con vosotros
acompañan mi existencia,
me alejo y deambulo soñolienta
y al final del camino,
vuestras sombras me enfrentan.
Las noches frías
se hacen cálidas.
Los atardeceres radiantes
eternos.
Las tristezas del alma
duelen menos.
Y vosotros y yo,
yo y vosotros
somos vida,
¡vida llena, vida plena!.