viernes, 26 de octubre de 2018

Vértigo


                   





                Sólo cuando duerme permanece mínimamente tranquilo. Aunque la arruga instalada en su entrecejo es un abismo, que da mucho vértigo. Ayer fue un mal día y antes de ayer y el otro y el otro… ya no recuerda los despertares recién duchado y perfumado listo para enfrentarse con ilusión a la vida. Son muchas las concesiones regaladas a cambio de un soplo de oxígeno.  Muchas horas consumidas a golpe de frustraciones, limosnas para sobrevivir, un quita y pon a golpe de un tacón. Él que se creía útil, con la dignidad y el esfuerzo de dejar huella en este mundo, de saberse conocedor de su valía, se mira al espejo y no se reconoce, cada vez está más pequeño, más reducido, a pesar de que en diciembre cumplió 50 años.       


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