Un poema para todos los músicos que en sus horas agridulces, van buscando su inspiración, pero que al final, siempre encuentran esa canción que me hace la vida más fácil!
En el negror de esta noche huérfana
abrazo mi soledad muda,
hundo mi cabeza entre sus plumas, sin alas,
giro por los anillos de Saturno
hasta caer de puntillas en el hueco
donde dormita el ángel que impulsará mi vuelo.
Subo, bajo, me arrastro y vuelvo a subir
El amanecer me devuelve al día,
con los ojos de lluvia,
el cuerpo ligero,
la voz afinada,
las manos de espuma
y unos hilos entre los dedos
acordes de una canción,
susurros de notas y vida.
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